Postresilencia – configuraciones contingentes, velocidad publica y experimentos colectivos

enero 23, 2007

En el periodo que va de los anos 2000 al 2003, en Argentina estuvimos inmersos en una dinámica de cambios imprevisibles, habitamos en un medio que muchos han denominado catastrófico. Un tiempo donde para muchos su forma de vida cambio radicalmente. Mientras unos sufrieron distintos grados de exclusión económica y social, para algunos el cambio fue algo mas leve.

 

Argentina 2006. Hoy los medios y algunas estadísticas muestran un país muy cambiado. Se habla de normalización, de que las cosas han vuelto a ser como eran. Hay un gobierno elegido democráticamente y los índices de pobreza y desempleo han bajado significativamente, volviendo a ser como los anteriores a la crisis. Esta normalización después de la crisis nos introduce al concepto de resilencia. A nivel mecánico la resilencia es la capacidad de un material para ser deformado sin sufrir una deformación permanente. En el plano psicológico, se llama resiliencia a la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. Ambas descripciones, imaginan un estado de cosas que mantiene y proyecta la forma hacia el futuro. Ambas operaciones responden a los estímulos externos resistiéndolos, enfrentándolos. Podríamos decir que el Estado-Nación y su trama institucional es una maquina resilente; la normalización institucional argentina así parece indicarlo.

 

Pero sin embargo, algo sutil y generalizado ha cambiado.

 

Para el historiador argentino Ignacio Lewcowicz fueron las condiciones de pensamiento, aun cuando las cosas parezcan volver a ser las mismas, han cambiado irreversiblemente. Ya no son resilentes. La experiencia de esos años nos hizo saber que pueden emerger configuraciones político-sociales inesperadas (y riesgosas…) y que la posibilidad de aparición de estas situaciones no es hipotética sino real, o mejor dicho, que estas configuraciones puede establecer realidades. Sabemos que las cosas han cambiado y pueden cambiar, que las condiciones de existencia pueden modificarse y que esas modificaciones pueden tener la forma de configuraciones a gran escala.

 

Un enfoque posible seria situar a este campo de configuraciones, modificaciones y situaciones políticas que emergió durante la crisis, dentro de operatorias inscriptas en la idea de espacio público. Pero esta idea del espacio público tan utilizada, necesita repensarse. Nosotros tenemos la posibilidad de pensarla a partir de la crisis argentina. Fue ésta una crisis del espacio público? Algunos pensadores argentinos prefieren hablar en lugar de crisis de catástrofe, de una condición catastrófica. Pero no en un sentido trágico, sino más bien como la primacía del cambio sobre la permanencia.

 

Qué pasa con el espacio público cuando las cosas en él o a través de él ya no son previsibles, cuando ya no hay parámetros regulares o reproducibles que lo estabilicen, que lo reproduzcan, y que lo conecten con otras “instituciones”? Puede existir? Deja de existir?

 

Una manera de describir el espacio público es decir que su condición de existencia esta dada por el Estado. Pero el Estado no como un ente o como un gobierno, sino como una lógica, la lógica del estado, una manera particular de pensar y actuar. El estado como la trama que conecta todas las instituciones.

 

La crisis argentina nos hizo ver que esta lógica existencial que es el estado moderno, puede declinar e incluso puede desaparecer (al menos por unos dias o por unas horas); aún cuando el Estado como institución o “meta” institución siga existiendo de hecho.

 

Aun cuando el estado de derecho siga vigente y las instituciones continúen funcionando, esta lógica que es el Estado, el Estado-Nación, puede dejar de tener efectividad como forma de pensamiento, como única “forma de producir realidad”. La crisis demostró que hay más de una forma de producción de realidad, y que estas producciones de realidad no están ya coordinadas por una lógica general como la del estado. Es quizás algo parecido a un caos. Producciones de realidad superpuestas conectándose o ignorándose, chocando o componiéndose, cuyos agentes al mismo tiempo pueden participar en diversos procesos de producción de realidad al mismo tiempo.

 

La trama de leyes y reglamentos que conectan todas las operaciones políticas, sociales y económicas dentro del Estado hacen de este un productor de realidad prioritario, monopólico; pero en condiciones catastróficas éste es un agente más en el medio de una pluralidad de agentes, aun cuando sea un agente muy poderoso. De alguna manera podríamos decir que no hay ley, que no hay asegurada una relación entre todos los agentes en un medio, que no hay una ley dada, que no hay una realidad dada y común para todos. Pero esta pluralidad no es una idea multiculturalista, ni tampoco es la coexistencia de diversos estilos de vida. Es una relación entre agentes en un medio cambiante y bastante imprevisible; una descripción así supone un capo de alto riesgo pero también de inesperadas posibilidades.

 

 

Organizaciones y desorganizaciones

 

 

El club del trueque

 

“Las relaciones sociales en condiciones neoliberales se sostienen exclusivamente en la confianza…pero no nos confundamos con imágenes amistosas de la confianza, la llamaremos confianza desesperada…una confianza que tiene que ser actualizada en cada situación particular” Ignacio Leukowicz

 

El trueque es una organización de carácter civil basada en el principio de autoayuda. El sistema pertenece al “Tercer Sector”, es decir, al margen de la economía normal y de la política social estatal. La moneda propia, el crédito, facilita el intercambio multirecíproco y no simultaneo sin utilizar dinero de curso legal. Es privado porque es emitido por personas privadas y no tiene ningún respaldo por parte del estado, es decir, no es un documento y no tiene validez jurídica. No genera interés y por tanto no sirve para la acumulación sino es solamente un medio para facilitar el intercambio. Todos los productos o servicios se pueden trocar y cada prosumidor (consumidor y productor al mismo tiempo) está obligado a ofrecer algo en el club de trueque.

 

Al principio de los 90, Argentina empezaba a entrar en la globalización no muy bien posicionada, y el desempleo comenzaba a materializarse. La hipótesis de los iniciadores del club del trueque era que fortaleciendo desde los hogares la cuestión económica y ecológica, se iba poder hacer frente a los niveles masivos de desocupación y la caída de sistemas productivos completos que se pensaban a sí mismos “perpetuos”, tales como la siderúrgica o la industria textil. Pensando en un “mercado protegido” surgen las primeras ideas de armar el Club del Trueque. Después de ensayar las distintas estrategias de capacitación y emplear simuladores para evaluar el sostenimiento y expansión de la idea del club, se concluyo en el armado de un mercado solidario en donde se dieran reciprocidades que estaban ausentes en el mercado formal. El proyecto no era reemplazar al mercado sino complementarlo. En él se pretendían imaginar aportes conceptuales para mejorar la economía que venía. Las redes, el uso de Internet, los impactos que comenzaban a generar la irrupción de los bloques económicos como el NAFTA y la Unión Europea, la automatización de los procesos productivos por la introducción de computadoras y robots, el ascenso de los hipermercados….

 

Antes y durante la crisis, grandes partes de la población argentina se encontraron excluidas del círculo económico y monetario regular al no disponer de trabajo ni ingresos. Su acceso al dinero, que normalmente es el único medio de intercambio, estuvo muy limitado. Había necesidades insatisfechas por un lado, pero por el otro estaban allí las capacidades y el potencial de la mano de obra que por la falta de demanda de trabajo no eran aprovechados. Faltaba un intermedio social y monetario para volver a unirlos.

 

Entre 1999 y 2002 la oferta en los clubes fue impresionante y se encontró casi todo, alimentos, cosas usadas o manufacturadas y también servicios como plomería, albañilería o tratamiento médico. Comerciantes que tenían que cerrar sus negocios vendieron sus productos en el trueque y así llegó mercadería nueva a los clubes. Trabajadores que no recibieron sus indemnizaciones en plata sino en productos, ofrecían lo que les sobraba. Los clubes de trueque eran organizaciones autónomas que debían surgir por autoconvocatoria y funcionar de manera descentralizada y horizontal.

 

El club del trueque es una organización que fue filtrándose en las situaciones particulares y muy problemáticas que el efecto de una globalización muy contingente producía en un lugar particular. Pensado en sus inicios el sistema pretendía ser autosustentable y autorregulable, como parte de una ecología unicista; pero el sistema fue lo increíblemente plástico para llegar a conectar mas de 6 millones de personas, esto llego a cambiar completamente sus primeras intenciones orgánicas, armónicas podríamos decir; y la organización se transformo en algo muy difícil de describir, pero su ciclo ya no era el ciclo natural, era una situación particular y muy hibrida de gran inercia social, esto llevo el sistema a un punto de ruptura, la burbuja exploto por exceso de especulación, inflación y otras dinámicas casi descontroladas, pero aun asi se configuro en su momento particular como una organización no estatal de dimensiones y operatividad mas del orden de lo imaginario que de la seriedad de las políticas económicas prescriptas por los especialistas; una hermosa e inesperada burbuja social.

 

Proyecto Venus

 

Algunas ofertas en moneda Venus

 

“La filosofía política en el gimnasio”.

Encuentro teórico experimental en sala de aerobic + aparatos Primero hay un temario que gira alrededor de las formas institucionales que atraviesan a la sociedad en conjunto y en sus partes. Luego hay una aproximación a los elementos propios del fisicoculturismo, como la construcción corporal a partir de una rutina básica de pesas combinando aeróbicos. La duración total es de 80 minutos en tres partes: 1) Teoría en la sala de aerobics, en 40 minutos. 2) Entrada en calor y 3) Sala de aparatos con una descripción básica de ejercicios.

 

“Cerveza casera para tu evento”

Alegria natural, sin químicos ni conservantes!. Yo te proveo la cerveza, GENUINA y de EDICION LIMITADA. (concepto nuevo de la neoeconomia que se viene). Puedo darte hasta 60 litros de cerveza .Costo de un chop (355 cc) : 0.75 pesos + 0.33 venus. Precio sugerido al publico: (podes financiar tu evento!): 1peso+1 venus

 

 

“Venus fue planteada como sociedad experimental, donde artistas, científicos, tecnólogos, intelectuales se articulan en circuitos de producción y circulación y exploran nuevas formas creación y de vida…”

 

Tomado de un posteo de Roberto Jacoby en el website de proyecto venus.

 

Venus al igual que otras organizaciones durante la crisis argentina, desarrollo una forma particular de producir valor, o de re-valuar cosas, operaciones y relaciones a través del desarrollo de interfases o redes de intercambio. Estas (asociaciones y/o redes) intentaron tramar el valor de lo que se intercambiaba (la cosa, en un sentido amplio de objeto y proceso) con el modo en que estas interfases producían su propia realidad. En el caso del club del trueque, revalorizando y reutilizando toda una serie de operaciones económicas menores, domesticas. Poniéndolas todas juntas y conectándolas entre si. En el caso del proyecto venus desarrollando lo que denominaron tecnología de la amistad. Esto es: “el arte de conectar a la gente. O también, de tejer redes, de cruzar fronteras simbólicas, de multiplicar las oportunidades de encuentros…” Y donde “…la principal condición es la disposición a entrar en un intercambio con otros y hacerlo en términos que no son los del mercado convencional, sino de un mercado inventado libremente por un grupo de personas”.

 

“…Y es también esta constatación es la que sustenta que exista una moneda propia, ya que se supone que en nuestra época el mercado es la forma social por excelencia. Frente a esto podría haber enfatizado las formas no mercantiles como las de la religión, los partidos revolucionarios, las organizaciones solidarias, la familia, la amistad desinteresada, etc. Pero dada la experiencia que tuve con algunas de estas formas, donde la jerarquías injustas y el intercambio desigual se mantienen de forma a veces oculta aunque con gran fuerza, pensé que era mejor intentar crear un mercado propio, de pertenencia voluntaria, que coexistiera con el mercado consensual o universal.”

 

La estrategia de Venus tomaba prestado algunas operaciones conceptuales al mundo del arte y otras al mercado. Tomaba la operatoria de producción de valor de las obras de arte, que hace que cualquier cosa u operatoria pueda ser presentada como posible valor, y la superponía a una red de oferta y demanda, no solo de cosas, sino de personas, que posibilitara la circulación de bienes pero al mismo tiempo de ideas. Así la “forma mercado” actuó durante los primeros años del proyecto como vehículo para la circulación de ideas entre los miembros de la red, aun en el caso de que las ofertas y demandas no fueran consumadas. Este valor simbólico o de visibilidad de las “ofertas excéntricas” no fue un valor abstracto finalmente, ya que muchos jóvenes y desconocidos artistas y técnicos pasaron a tener mucha visibilidad en diferentes medios, independientemente del “valor” que sus ofertas alcanzaran dentro del sistema. Estas membresías a clubes y asociaciones voluntarias o la invención de monedas, constituyeron maquinas de conexión simbólica que operaban en el limite entre la organización y la desorganización, produciendo y propagando confianza desde la nada y en paralelo a un mercado oficial desacreditado y en crisis

 

“La cuestión monetaria obligó a los venusinos a cambiar radicalmente su relación con la economía. Ya no se trataba de padecerla sino de experimentarla empezando de cero, reescribiendo todas sus categorías (“liquidez”, “circulante”, “masa monetaria”, etc.) en función de un mercado in progress, deliberado, en un ejercicio de simulación que tarde o temprano terminaría pasando a otro estado.

Al principio algunos nos decían: ‘Pero ¿qué respaldo tiene esta moneda?’ Después vino el corralito, la gente perdió sus dólares, las provincias emitían toda clase de monedas nuevas… y nadie volvió a preguntar por el ‘respaldo’.

Entrevista de Alan Pauls a Roberto Jacoby en el diario “Pagina 12″.

 

Las diversas situaciones, sus dinámicas y procesos hacen que estas configuraciones sociales no puedan definirse claramente a partir de formas estables o de contratos; hay reglas pero estas varían, hay veces que no las hay. Desde la dispersión social hacia las organizaciones, pero pareceria que la única manera de que estas existan es a través de procesos de desorganización…

 

“Las organizaciones designan los modos de agrupamiento en condiciones de fluidez, bajo el nombre de organizaciones, los agrupamientos ejercen en la incertidumbre, del mismo modo que bajo el nombre de instituciones ejercían en un mundo mayormente calculable. Para estas organizaciones, en tiempos de alteración, ninguna figura a priori, ninguna estructura interna resulta eficaz en su operatoria. El índice de eficacia de la organización es la velocidad para configurarse frente a estímulos, provocaciones, causas, dislocaciones que sobrevienen de modo contingente”

I.Leukowicz “Pensar sin Estado” Bs As. 2004

 

…Estas organizaciones son tal vez menos jerárquicas que horizontales. Son antisistemicas: no solo antiestructura sino antisistema.: estan demasiado expuestas a la interferencia y la invasión del ambiente para ser sistemas; además no estan concentradas en reproducirse como los sistemas. Estan mas bien concentradas en producir. Las desorganizaciones, en definitiva, no estan coordinadas de manera normativa sino por los valores y son quizas mas indóciles que respetuosas de las reglas. Desde el punto de vista de la agencia, advertimos que las organizaciones son campos de juego de agentes que interactúan, actúan estratégicamente y negocian”.

R. Laddaga, “Estéticas de la emergencia.” Bs As. 2005

 

 

Conexión y desconexión

 

 

El esquema tradicional de espacio público nos refiere a un lugar accesible, de libre circulación de las ideas y donde todo “ciudadano” tiene iguales derechos a transitar por el. Así definido, parece significar un lugar de mutua exposición y expresión individual más que de encuentro. Un lugar “agonal” en el que se lucha por establecer una opinión influyente a través de una razón general representada por la ley (que es la que garantiza la igualdad de oportunidades). Muchos describen este espacio “publico” como un juego, pero, nos parece ahora, un juego con reglas que no han sido necesariamente acordadas por sus participantes. Esto es en parte por la naturaleza misma de la representación, que además, pierde actualidad día a día. Durante la crisis argentina, ciertas configuraciones pusieron en jaque a estas ideas del espacio público.

 

En 1996 trabajadores estatales desempleados por las privatizaciones, al ver que las posibilidades de manifestación en el espacio no conseguían efecto alguno, deciden intervenir sobre el sistema de circulación del estado-economía. Cortan una ruta nacional y retrasan por tiempo indefinido una parte de la logística de la industria petrolera. Esta acción rápidamente se transformo en una operatoria de visibilidad. Su efectividad estuvo dada por una operación de “desconexión momentánea” entre dos o mas puntos. Las organizaciones piqueteras son un tipo de organización que entiende que uno de los centros de visibilidad político-mediáticas son los flujos logísticos y no los centros de producción convencionales.

 

En la descripción de un piquetero:

 “Los piquetes están sostenidos por la organización de trabajadores desocupados, de tendencia horizontalista, basada en mandatos imperativos revocables, y con un método muy específico, el corte de calles y rutas. Una interesante alternativa a la huelga para quien no tiene un trabajo pero sí puede afectar la producción y comercialización capitalista en épocas de auge del comercio carretero, de just in time y stock cero.

 

Quiere esto decir que estamos pasando del “espacio” a la “conexión” pública?

 

El MTL, es una agrupación piquetera que comenzó cortando rutas y calles e impidiendo el acceso de la policía a viviendas ocupadas que iban a ser desalojadas. Contradictoriamente llamado “movimiento territorial de liberación”, su energía inicial estuvo dada por la comprensión y operación sobre los desplazamientos y conexiones más que sobre lo fijo de lo “territorial”.

 

Desde su comienzo en 1996, el MTL practico un proceso de re-configuración continuo de su organización. Primero participando en piquetes y asociaciones con diversos grupos políticos y estableciendo casas colectivas para gente desalojada. Luego formando un “gabinetes paralelos” a los del estado para auditar leyes y recursos asistenciales. En el 2003 el MTL se constituyo en una “cooperativa” con el objetivo de construir un conjunto de 300 viviendas para sus propios miembros en el medio de la ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo organizo una “empresa constructora” con el objetivo de realizarlas y entrenar y dar trabajo a 240 desempleados sin experiencia alguna. El “aprendizaje” fue tal, que la empresa antes de completar su primer encargo, ya salía a competir, con suceso, en el mercado formal. Una organización relacionada con el partido comunista se configura como actor capitalista…

 

Esta experiencia de acción y pensamiento va desde el corte de una calle y una ruta hasta la operatoria arquitectónica del conjunto de viviendas. La estrategia de conexión del conjunto de viviendas dentro de la homogénea trama urbana de la ciudad, fue abrir una calle en medio del terreno, reconectando así dos calles que habían estado bloqueadas por una fábrica durante décadas y enlazando localmente las nuevas viviendas con las calles, instituciones y comercios próximos. “Abrir” y “cerrar” calles parecieran ser la misma acción; de visibilidad? De rearticulación de flujos?

 

Velocidad Pública

 

Estas operatorias reemplazan la idea del espacio público como algo referido “a un lugar” por una dinámica de conexiones y desconexiones. Esta dinámica va contra dos aspectos centrales del espacio público: la idea de que éste se sostiene en consensos generalizados, y/o en disensos regulados por el estado. Esto podría describirse como “políticas de conectividad” que abren tiempos públicos o los desconectan.

 

Necesitamos cambiar el hábito de hablar de espacio público. Pero la fórmula de tiempo público resulta algo exagerada. Ya no hay algo continuo, homogéneo, y común para todos. Estos nuevos actores sociales están cada vez más abocados a la producción de realidad en sus situaciones específicas, es decir “producen su propio tiempo”.

 

Velocidad global podría ser el nombre de esa parte de la economía y las tramas políticas que se llama logística, el sistema de circulación de bienes post fondista. Pero al mismo tiempo podríamos describir un tipo de velocidad relacionada con esa pero diversa, una especie de ritmo en el que se componen diferentes tiempos, diferentes formas de producción de realidad. La diferencia de tiempos seria la velocidad, y un tipo de “diferencia conectiva de tiempos” podría, por lo menos provisoriamente, ser llamada pública; velocidad pública, composición de velocidades “sociales” heterogéneas.

 

 

Experimentos colectivos y ecología de la dispersión.

 

En un articulo titulado ¿Qué protocolo requieren los nuevos experimentos colectivos? Bruno Latour se interroga por la condición de lo que llama “experimentos colectivos”:

 

“¿Qué son esos experimentos socio-técnicos? ¿Se desarrollan en un entorno totalmente fuera de control, sin ninguna regla? ¿Sería deseable encontrar reglas que los gobernasen? Que todos nosotros nos encontramos inmersos en una serie de experimentos colectivos que han desbordado los confines de los laboratorios no necesita de más prueba que la lectura de los periódicos o la visión de los noticieros televisivos. En el momento en que hablo, miles de funcionarios, policías, veterinarios, ganaderos, funcionarios de aduanas, bomberos, están trabajando por toda Europa, incluso ahora por todo el mundo, contra la fiebre aftosa que está devastando tantas zonas rurales. En cualquier caso, no hay nada nuevo en esto teniendo en cuenta que la salud pública se inventó hace más de doscientos años. Lo que resulta novedoso en este caso, y problemático, lo que reclama nuestra atención, es el hecho de que la presente epidemia es debida precisamente a la decisión colectiva de no vacunar a los animales. En esta crisis, no nos enfrentamos, como nuestros predecesores, a una enfermedad mortal que debemos combatir con las armas confeccionadas en el interior del laboratorio de Robert Koch o Louis Pasteur y sus descendientes: nos encontramos enredados con las consecuencias indeseadas –pero perfectamente predecibles– de la decisión de experimentar, a escala europea, sobre cuánto tiempo aguantaría una cabaña ganadera no vacunada sin un nuevo brote de esta mortal enfermedad. Un caso perfecto de lo que Ulrich Beck (1992) ha bautizado como riesgos manufacturados.”

 

Tomando esta idea de experimento colectivo podemos hacer unas distinciones, hay dos tipos de situaciones superpuestas que son heterogéneas pero que no presentan un limite claro entre si, es mas podríamos decir que están conectadas o desconectadas entre si por velocidades diversas de producción de realidad. Por un lado están los experimentos “sin agente”, o con multiplicidad de agentes, que alcanzan magnitudes y ramificaciones de gran tamaño y cuyas consecuencias se propagan sin respetar casi ningún limite. Por el otro algo que podríamos llamar “situaciones de experimentación”, configuraciones especificas donde actúan organizaciones y determinan modos de producción de realidad dentro de esas situaciones.

 

Los primeros determinan un “mundo laboratorio” sin operadores, y con un nivel de conectividad intenso, solo con hipótesis iniciales –hipótesis globales- pero sin protocolos de control de riesgo, las segundas son situaciones, manchas o grumos dentro de un medio fluido, su nivel de conectividad esta dado en la situación y no se extiende, sus agentes pueden ser mas visibles y sus hipótesis situacionales; los primeros pueden ser políticas estatales o desarrollos de infraestructuras globales, los segundos organizaciones piqueteras, redes de intercambio especificas en general. Pero lo complejo del caso es que al alcanzar ciertos tipos de velocidad publica estas “situaciones de experimentación” pueden devenir experimentos colectivos, de escala estatal o global y quedar completamente excedidos de sus hipótesis de producción de realidad situacional, esto lo podemos ver en el caso del club del trueque, que llego a afectar, durante un tiempo, a mas gente que los planes de asistencia del estado, o también en el desarrollo de software libre.

 

La línea entre una ecología de la dispersión, donde las producciones de realidad flotan aisladas en un mar de contingencia, y los experimentos globales e imprevisibles, es una línea mas imaginaria que real. El pasaje de operaciones a uno y otro lado determinan umbrales donde lo que afecta a algunos pasa a afectar a muchos, y Latour pregunta:

 

Pero entonces, ¿cuál es la diferencia de estos experimentos con lo que solía llamarse situación política, es decir, aquello que a todos interesa y afecta? Ninguna. Estos experimentos, desarrollados sobre nosotros, por nosotros y para nosotros no se someten a ningún protocolo. Nadie ha recibido explícitamente la responsabilidad de seguir su curso”.

 

La política podría ser la dimensión donde se encuentran estos experimentos sin agente y estas “situaciones de experimentación”, y aquí se abre una extraña posibilidad para eso que llamábamos al principio espacio publico y que ahora, dudando, llamamos publico a secas:

 

“La definición de público de Dewey (1927) se encuentra tan alejada como es posible de lo que, en Europa, llamamos Estado, especialmente del Estado Hegeliano. Dewey denomina privado al conjunto de las consecuencias de nuestra propia actuación que podemos percibir, que no necesita ser individual o subjetivo, sino que simplemente está conformado por lo que es conocido, predecible …Por oposición, lo público comienza con aquello que no podemos percibir o predecir, con las consecuencias imprevistas, indeseadas o invisibles de nuestras acciones colectivas. Contrariamente a todos los sueños de la política racional, Dewey identifica lo público, no con el conocimiento superior de la autoridad, sino con la ceguera. Lo público surge cuando nos encontramos enredados sin saber cómo y por qué; cuando la Soberanía es ciega. En lugar de confiar en el destino de la república a la benevolente supervisión de los expertos que se encargan a sí mismos todas las tareas relacionadas con la voluntad general, Dewey traza un edificio de lo público donde no hay ningún experto capaz de determinar las consecuencias de la acción colectiva”.

 

Pero creemos que al elegir esta posibilidad de lo publico no podemos saber si aceptamos un riesgo (con su esperanza y su confianza desesperada) o una amenaza (con todo lo de catastrófico, dispersivo y coercitivo que conlleva actualmente).

 

Chat:

 

A- La dispersión, es un medio, una situación? Es donde ya no hay espacio público, algo medieval si se quiere, pero donde hay muchos movimientos, fluidez, es donde aparece mas la posibilidad de una velocidad pública, que la de un espacio público.

 

B-En la idea de experimento colectivo de Latour de alguna manera estaríamos todos involucrados permanentemente en experimentos en gran escala. Esto serviría para redefinir el concepto de ciudadanía, para rescatarlo? Son o podrían ser ciudadanos todos los involucrados en un experimento, desde, personas, animales, sistemas hasta maquinas?

 

A-Si es una ciudadanía lo es por que hay representación, en esta ciudadanía todo debe aparecer representado en los protocolos de los experimentos; y en este sentido seria no solo una ciudadanía global sino trans o posthumana!!

 

B-Pero la noción de experimento colectivo por un lado, mete a todos en un mismo barco, le da una dimensión cohesiva, pero no se parece a la del Estado, es altamente impredecible…

 

C-Ya no somos todos iguales ante la ley, sino más bien somos todos iguales ante el experimento.

 

A-Si esos experimentos se parecen a lo que antes eran las políticas de Estado es como que todos estamos inmersos en un experimento colectivo, pero a la vez existen o emergen experimentos más pequeños que van surgiendo y se van sumando y pueden volverse incluso tan importantes como el experimento colectivo (p.ej. red global de l trueque), es a lo que llamaba experimentadores u desorganizaciones…

 

C-Esto es paralelo a los experimentos colectivos de Latour?

 

A-Si, y en ese caso se podría pensar que no hay espacio público (ni el de Dewey ni el tradicional) por que hay experimentadores dispersos en un medio fluido (Lewcowicz lo identifica con el capital financiero global), serian experimentos sin conexión entre si, muchos experimentos estaban durante la crisis desconectados como los piqueteros y los clubes del trueque, las asambleas, hay solo encuentros circunstanciales…

 

…Ante los grandes experimentos globales estos experimentadores u organizaciones pueden generar velocidad publica, y cuando esa velocidad coordina muchos experimentadores se transforma en experimento colectivo, como en el caso de los clubes del trueque en argentina que llegaron a conectar económicamente a mas de 6 millones de personas: el espacio publico del que habla Dewey, que es básicamente un momento de riesgo y audacia distribuidas

 

B-Pero si el estado no es la condición desde la que podemos pensar, quien distribuye el riesgo?

 

A-La ecología de la dispersión se refiere a los experimentos desconectados. Indica que no hay, al menos como condición del pensamiento, una coordinación de todos los experimentadores en tanto estos están procurando producción de realidad según sus circunstancias y el flujo que los atraviesa es la contingencia del capital. (Según Lewkowikcz.)

 

C-Beck dice que los gobiernos ahora distribuyen riesgo como antes distribuían riqueza. Por que por ahora los gobiernos no han desaparecido mas allá de que ya no constituyan nuestra única lógica de pensamiento…

 

B-El estado, y el capital, tienen el poder de distribuir el riesgo y decidir la escala del experimento, tipo la decisión de trabajar con energía nuclear o de forzar políticas inmigratorias, pero un experimento como el del club del trueque también alcanzo modestas pero reales dimensiones estatales, el club del trueque produjo mucha coordinación de tiempos diversos y una velocidad publica máxima, producciones de realidad conectadas, provisorias, procesuales.

 

B-Pero no se si los del club del trueque lo veían como un experimento. Creo que querían ampliarlo y que se convirtiera en una especie de modo de vida. Venus fue un experimento mucho mas autoconciente, pero no se si es una palabra adecuada. Muy centrado en el modo de producir realidad pero sin controlar un orden en sus protocolos…

 

A-El club del trueque claramente también, pero los tipos tienen esa idea vieja de ecología, una cosa única, si hay una solución sustentable seria orgánica y de alguna manera universal…una buena economía, conectada con “una” naturaleza y por eso con chances de ser estable, creo que cuando cayo el sistema fue duro para ellos… pero si hay varias “realidades” eso indica que cualquier experimento tendría sus limites al toparse con una realidad diversa, cambio de circunstancias…

 

C-Aparte no creo que la voluntad de los iniciadores de un experimento haga mucha diferencia o tenga especial influencia una ves que este empieza a coordinas muchas formas de producción de realidad diferentes…

 

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>Experimentos riesgosos (conectivos) y ecología de la dispersión

enero 16, 2007


Durante al menos 3 años, digamos del 2000 al 2003,  en argentina estuvimos viviendo en un medio catastrófico, en el sentido de estar inmersos en una dinámica de cambios, de alguna manera imprevisibles; un tiempo en que para muchos su forma de vida cambio radicalmente, otros sufrieron una suerte de exclusión económica y luego social, para algunos el cambio fue mas leve. 2006, Argentina, hoy los medios y algunas estadísticas muestran un país muy cambiado, se habla de normalización, hay un gobierno elegido democráticamente y los índices de pobreza y desempleo han bajado significativamente, si bien la brecha entre riqueza y pobreza en lugar de decrecer, se ha acrecentado. Pero sin embargo, algo sutil y generalizado ha cambiado; para Lewcowicz las condiciones de pensamiento aun cuando las cosas parezcan iguales han cambiado irreversiblemente. Podemos decir también que ahora sabemos que nos podemos enfrentar a configuraciones político sociales inesperadas y riesgosas, que la posibilidad de estas situaciones no es hipotética sino bien real, o mejor dicho que estas configuraciones puede establecer realidades. Sabemos que las cosas pueden cambiar, que las condiciones de existencia pueden modificarse y que esas modificaciones pueden tener la forma de configuraciones a gran escala.

 

Vamos a seguir unas ideas de Bruno Latour que son muy útiles para pensar o repensar la dinámica de la crisis argentina, pero también para redefinir las condiciones de discusión de lo que trabajosamente y abstractamente aún nos vemos obligados a llamar espacio publico para entendernos entre diferentes “culturas”.

Cómo podríamos pensar estas configuraciones riesgosas de gran escala?, vamos a intentar pensarlo de dos maneras simultáneamente; por una lado una idea de Bruno Latour, que puede poner en escena de una manera inquietante un posible “espacio público”, y por el otro la idea de base de Ignacio Lewcowicz, la idea de que las actuales condiciones de lazo social son mas de dispersión que de cohesión, el espacio público según este enfoque seria una institución en desmantelamiento >> no así las posibilidades no aseguradas pero concretas de situaciones públicas – circunstanciales y discretas, particulares, configuradas allí (ese allí no seria un lugar geográfico) y con lo que hay , lo que intentamos llamar velocidad pública.

 

En un articulo titulado ¿Qué protocolo requieren los nuevos experimentos colectivos? Bruno Latour se interroga por la condición de eso que él llama experimentos colectivos: 

¿Qué son esos experimentos socio-técnicos? ¿Se desarrollan en un entorno totalmente fuera de control, sin ninguna regla? ¿Sería deseable encontrar reglas que los gobernasen? Que todos nosotros nos encontramos inmersos en una serie de experimentos colectivos que han desbordado los confines de los laboratorios no necesita de más prueba que la lectura de los periódicos o la visión de los noticieros televisivos. En el momento en que hablo, miles de funcionarios, policías, veterianarios, ganaderos, funcionarios de aduanas, bomberos, están trabajando por toda Europa, incluso ahora por todo el mundo, contra la fiebre aftosa que está devastando tantas zonas rurales. En cualquier caso, no hay nada nuevo en esto teniendo en cuenta que la salud pública se inventó hace más de doscientos años. Lo que resulta novedoso en este caso, y problemático, lo que reclama nuestra atención, es el hecho de que la presente epidemia es debida precisamente a la decisión colectiva de no vacunar a los animales. En esta crisis, no nos enfrentamos, como nuestros predecesores, a una enfermedad mortal que debemos combatir con las armas confeccionadas en el interior del laboratorio de Robert Koch o Louis Pasteur y sus descendientes: nos encontramos enredados con las consecuencias indeseadas –pero perfectamente predecibles– de la decisión de experimentar, a escala europea, sobre cuánto tiempo aguantaría una cabaña ganadera no vacunada sin un nuevo brote de esta mortal enfermedad. Un caso perfecto de lo que Ulrich Beck (1992) ha bautizado como riesgos manufacturados.

Podemos llamar experimentos colectivos a lo que ocurrió en Argentina antes durante y después de la crisis? Por un lado podríamos decir que los experimentos colectivos a los que se refiere Latour tienen iniciadores y experimentadores, y que muchas veces unos no coinciden con los otros, los experimentadores del campo real, personas, cosas, animales, plantas, no son siempre iniciadores de estos experimentos; estos iniciadores son los que en los 90se hacían lo que se llamó diseño de políticas. Por el otro es que el diseño de estas politicas no necesariamente se hace en el lugar donde transcurre el “experimento”; pero la escala del experimento, de los experimentos, por que siguiendo la idea de Latour serian muchos y superpuestos, o mejor dicho, de la escala y de las implicaciones de estos procesos colectivos podemos decir que sus iniciadores acaso tengan poca importancia ya, también en la medida que probablemente unos experimentos induzcan a otros mas allá de las voluntades humanas, mas alla del trazado de políticas con voluntades estratégicas. Podríamos decir que estos experimentos en “escala real” no tiene protocolos explícitos, que sus iniciadores no controlan necesariamente los efectos que procuran, pero también que son efectos configurados por agentes, contradictorios y en conflicto, pero que cuentan con grados y potencial de operatividad en el experimento, operatividad y responsabilidad potencial. Uno de los mayores experimentos de la crisis argentina , por citar un ejemplo, fue el experimento económico previo que estableció una paridad entre el dólar y el peso durante casi 10 años, en este experimento muchos agentes estuvieron involucrados, pero se hablo de diseño de políticas económicas con fines previsibles y no de experimentos colectivos que nadie puede asegurar su dinámica. Creemos que ahora seria más pertinente verlo como un experimento colectivo no consensuado como se darán cuenta estas condiciones no son exclusivas de argentina, fue un caso extremo, entre otros.

Pero entonces, ¿cuál es la diferencia de estos experimentos con lo que solía llamarse situación política, es decir, aquello que a todos interesa y afecta? Ninguna. Estos experimentos, desarrollados sobre nosotros, por nosotros y para nosotros no se someten a ningún protocolo. Nadie ha recibido explícitamente la responsabilidad de seguir su curso. Este es el motivo por el que debe buscarse una nueva definición de soberanía.

 

Situación y totalidad

enero 16, 2007

http://www.estudiolwz.com.ar/textos/texto.htm Suceso, situación, acontecimiento

En el último esqueleto lógico, si algo habilita al pensamiento de las situaciones es esta idea: hay situaciones porque no hay totalidades. Es decir que aunque sea insuficiente, tengo que pensar esta particularidad desde sí misma, pues también es insuficiente el expediente de remitirla a una supuesta totalidad más amplia –que también es particular–.

Entonces, o el pensamiento se posterga infinitamente, o asumo la situación para pensarla desde sí; pues si bien la situación no detenta las condiciones para ser pensada, tampoco hay otra instancia que sí lo haga. Es ahí que tenemos una situación. Una situación no es parte de un todo. La parte toma su consistencia de un todo. Pero la situación forja desde sí su propia consistencia, que por lo tanto es precaria. Una situación no es una parte

Lo que forma parte de una situación es la serie de conexiones sobre un punto específico, es lo que conecta, sin importar de dónde proceda.

Una situación no admite observadores: sólo admite habitantes. Una situación es situación porquen nos obliga a pensar desde dentro.

Situación y Estado

¿Qué es un estado? En principio es un espacio soberano, una meta-institución poblada de instituciones. El estado es la operación que convierte cualquier término en parte de un todo. El estado es soberano en este espacio, y convierte por su propia operatoria cada elemento de ese espacio en una parte del todo.

La fluidez indica que una realidad se virtualiza y se realiza en otro punto, sin atravesar las estaciones intermedias.

Dialogo sobre la relacion entre dispersion y experimento

enero 11, 2007

f: estarían entonces los experimentos y los experimentadores?

P: como sería?

f: como los experimentos (”situación”) en los que todos están involucrados (Latour) y la dispersión con la aparición de “experimentadores”

P: si, eso

P: dispersión es un medio, una situación?, donde no hay espacio público, mas medieval si queres, pero donde hay mucho movimiento, fluido, donde aparece la idea de velocidad pública

P: donde la relación entre los agentes o actores o actantes no esta presupuesta, en la idea de experimento colectivo de latour de alguna manera estaríamos todos involucrados permanentemente en experimentos en gran escala, esto le sirve para redefinir quizás el concepto de ciudadanía, rescatarlo?, donde son o podrían ser ciudadanos todos los involucrados en un experimento, desde maquinas, sistemas, personas, etc…

P: seria como lo de “naturalezas” de Latour…?

f: … donde según la implicación de los experimentos, según como las cosas en general se representan en los experimentos, se definen diferentes “naturalezas”, no habría Una que totalizaras las cosas en oposición a lo humano.

P: pero la noción de experimento colectivo mete a todos en un mismo barco, le da una dimensión cohesiva, pero no se parece a la del  Estado, es altamente impredecible.

f: pero es muy “igualadora” de todas formas

P: no es somos todos iguales ante la ley, sino mas bien somos todos iguales ante el experimento

f: claro, si esos experimentos se parecen a lo que antes eran las políticas de Estado es como que todos están, o estamos, inmersos en un experimento colectivo, pero a la vez existen o emergen experimentos más pequeños que van surgiendo y se van sumando y pueden volverse incluso tan importantes como el experimento colectivo 1 (p.ej. red global de l trueque), es a lo que llamaba experimentadores u desorganizaciones…

P: si…

P: quizás se podría pensar que no hay espacio público por que hay experimentadores dispersos en un medio fluido (Lewcowicz lo identifica con el capital financiero global), serian experimentos sin conexión entre si, muchos experimentos estaban durante la crisis desconectados como los piqueteros y los clubes del trueque…

f: pero ante los peligros de grandes experimentos globales estos experimentadores u organizaciones pueden generar velocidad publica, y cuando esa velocidad coordina muchos experimentadores (velocidad máxima) se transforma en experimento colectivo, como en el caso de los clubes del trueque en argentina que llegaron a conectar económicamente a mas de 6 millones de personas: el espacio publico del que habla Dewy, que es básicamente un momento de riesgo y audacia distribuidas

f: es como un proceso de aceleración por masa

f: mayor conectividad, mayor aceleración

M: habría que ver un poco lo del riesgo distribuido del que habla Beck

P: la ecología de la dispersión nos indica experimentos desconectados, producción de realidad según cada situación particular, indica que no hay, al menos como condición del pensamiento, una coordinación de todos los experimentadores en tanto están procurando producción de realidad según sus circunstancias y el flujo que los atraviesa es la contingencia del capital, Lewcowicz dixit.

M: Beck dice que los gobiernos ahora distribuyen riesgo como antes distribuyan riqueza.

el estado tiene el poder de distribuir el riesgo y decidir la escala del experimento, tipo la decisión de trabajar con energía nuclear o de forzar políticas inmigratorias, pero un experimento como el del club del trueque alcanza dimensiones estatales también, el club del trueque produjo mucha coordinación de tiempos diversos

P: y creo una máxima velocidad publica, producciones de realidad conectadas… provisorias, procesuales

f: pero no se si los del club del trueque lo veían como un experimento

f: creo que querían ampliarlo y que se convirtiera en una especie de modo de vida

f: Venus es un experimento mucho mas autoconciente, pero no se si es una palabra adecuada.

P: si el club claramente también, pero los tipos tienen esa idea vieja de ecología, una cosa única, si hay una solución sustentable seria orgánica y de alguna manera universal…una buena economía, conectada con Una naturaleza y por eso con chances de ser estable, creo que cuando cayo el sistema fue duro para ellos… pero si hay varias “realidades” eso indica que cualquier experimento tendría sus limites al toparse con una realidad diversa, cambio de circunstancias…

P: aparte no creo que la voluntad de los iniciadores de un experimento haga mucha diferencia o tenga especial influencia una ves que este empieza a coordinas muchas formas de producción de realidad diferentes…

Abstract for OPEN magazine

enero 11, 2007

Abstract
This article sets out to demonstrate and conceive political situations and configurations that appeared in Argentina before, during and after the crisis of 2001. The field of social and political experimentation to take place during this period led to operations that questioned the traditional idea of public space. Certain thinkers deemed the term “catastrophic” the best way to describe the argentinean crisis as an example of “an environment where change prevails over permanence, where shifting conditions is the rule rather than the exception.” As a result, the very idea had to be wholly reconceived due to the crisis.

Connection- Disconnection
The traditional idea of public space is an open place where opinions circulate freely and each citizen has an equal right to circulate. A place to struggle to establish an influential decision by means of transcendent reason expressed by law which guarantees equal opportunities. A game with rules to which the players have not agreed explicitly. Some of the configurations in Argentina during the crisis openly challenged this idea of public space.
In 1996, upon seeing that their possibility to protest in public space could not be made visible, public workers who had been laid off during the privatization decided to intervene in what we call “velocity systems”. By blocking traffic and delaying indefinitely the logistical system, the “piquetes” became an alternative to the strike for those for those who did not have a job, a way to affect capitalist production and marketing, a way to intervene in the “just in time” and “stock zero” systems. The “new visibility” entails effecting momentary disconnection between two or more points. Does this means the passage from the idea of public space to the idea of “public speed”? By means of public speed, we want to adress that part of the economy and politics that is called logistics, the post fordist system of global goods circulation. But at the same time, public speed describes a type of speed in which all of these different times are composed. All of these social actors are occupied to producing their own time and their “time differences” could be seen as a speed. Then, public speed it’s a composition of heterogenous social speeds.
There is no longer something continuous, homogenous and common for everyone.
Rather than speaking of public space, then, we prefer to call the appearance of these plural, non-hierarchical actions, thoughts and exchanges “public moments.” Moments because they were determined by contingencies and diffuse propagation. Indeed, Venus project experienced certain moments of intensity but, in the end, dissolved. 
Each of the experiments called “economical” in Argentina before and during the crisis, were focused on how to develop a specific way of producing value or how to do assessment of things and relationships that were hard to evaluate. This could be applied to the complementary currencies delivered by the government, to the movement of bartender clubs and the Venus project too. The bartender clubs were successful because they realized that meanwhile many people were excluded form the economical circle of money and income, these networks, trough barter exchange, gave visibility to those potential human resources that were left out of the normal market. The way these experiments operated was in order to build up networks based upon the value of things exchanged with the specific way in which these connections “produced reality”. So, the membership to these societies and groups operated as “machines of symbolic connection”, like in the currency system or the religious life.

Organizations and Disorganization
The concept of public space is sustained by the idea that players are connected by a more or less conflictive social bond. The means for this connection is the law, a law equal for each actor, each citizen; it is supported by the State, which upholds the logic that coordinates the players and laws and rules. It is the State that produces citizens and the common logic that connects them; the visible side of this total logic is the law. The desire for public space is the desire for a space of widespread and equalitarian connection. But this equality of conditions for each agent was possible during the modern state thanks to the reign of the law that is a set of relations between agents, institutions and things ensured at a meta-level by what we call state.
The way that all of these agent were (and still are) educated and ordered is what we call institutions; they ensure the reproduction of the conditions in which this State support (mainly, the law) is effective and resilient, and the system stable.
This logic of the state nation is called “solid” by the argentinean historian Ignacio Leukowicz. He opposes to it the logic of fluxes of the late global capitalism. So, he says, we are entering into an age where this logic of solids is been dismantled or just been overwhelmed by a dynamic process of perpetual changes embodied by the globalization process and the media system. This not necessarily means a catastrophic change of the scenario.
Such a subtle and puzzling change generates forms of “sociality” which were highly improbable under “modern” conditions. These are forms of “sociality” which are less related to the old identification of the people with the party, the nation or the union, and more connected to smaller units or less defined and more flexible memberships. A non governmental system of institutions that are globally inscripted trough variable architectures and whose members reject those professional roles of the militant and the manager by mixing perspectives, points of views and strategies.

Connective experiments in a dispersive ecology
The argentine crisis and its actors lead us to explore a new question related to these “collective experiments”. As the sociologist Bruno Latour explains, we are all immersed in a serie of “collective experiments” which are been largely overflowing the limits of laboratories. In the new crisis, we are entangled with the undesired consequences of the decision to experiment on a real scale. We think his ideas are very useful to rethink the debate of what we still can hardly called “public space” between different “cultures” that are discussing this topic.
But, how can we think about these “risky configurations” of big scale?
We are trying to approach the matter simultaneously from two points of view. That from Latour, where he stages a challenging concept of public space as an experiment in real scale, and the idea of Ignacio Leukowicz, that claims the nowadays conditions of social bond are closer to dispersion than to cohesion. This idea addresses the “public space” under the figure of its dismantling. 

M7 (Mauricio Corbalan, PioTorroja) + Florencia Alvarez.
Buenos Aires, January 2007.

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Experimentos riesgosos y ecología de la dispersión

enero 10, 2007

Durante al menos 3 años, digamos del 2000 al 2003,  en argentina estuvimos viviendo en un medio catastrófico, en el sentido de estar inmersos en una dinámica de cambios, de alguna manera imprevisibles, un tiempo en que para muchos su forma de vida cambio radicalmente, otros sufrieron una suerte de exclusión económica y luego social, para algunos el cambio fue mas leve. 2006, hoy los medios y algunas estadísticas muestran un país muy cambiado, se habla de normalización, hay un gobierno elegido democráticamente y los índices de pobreza y desempleo han bajado significativamente, si bien la brecha entre entre riqueza y pobreza en lugar de decrecer, se ha acrecentado. Pero sin embargo, algo sutil y generalizado ha cambiado; para Lewcowicz las condiciones de pensamiento, aun cuando las cosas parezcan iguales, aquellas han cambiado irreversiblemente. Podemos decir también que ahora sabemos que nos  podemos enfrentar a configuraciones político-sociales inesperadas y riesgosas, que su posibilidad de estas situaciones  no es hipotética sino bien real, o mejor dicho que estas configuraciones puede establecer realidades. Sabemos que las cosas pueden cambiar, que las condiciones de existencia pueden modificarse y que esas modificaciones pueden tener la forma de configuraciones a gran escala.

Vamos a seguir unas ideas de Bruno Latour que son muy útiles para pensar o repensar la dinámica de la crisis argentina, pero también para redefinir las condiciones de discusión de lo que trabajosamente y abstractamente aún nos vemos obligados a llamar espacio publico para entendernos entre diferentes “culturas”.

Cómo podríamos pensar estas configuraciones riesgosas de gran escala?, vamos a intentar pensarlo de dos maneras simultáneamente; por una lado una idea de Bruno Latour, que puede poner en escena de una manera inquietante un posible “espacio público”, y por el otro tomaremos algunas herramientas que desarrollo Ignacio Lewcowicz, sobre todo en su libro “pensar sin Estado”, la idea de que las actuales condiciones de lazo social son mas de dispersión que de cohesión, el espacio público según este enfoque seria una institución en desmantelamiento.

En un articulo titulado ¿Qué protocolo requieren los nuevos experimentos colectivos? Bruno Latour se interroga por la condicion de eso que el llama experimentos colectivos:

¿Qué son esos experimentos socio-técnicos? ¿Se desarrollan en un entorno totalmente fuera de control, sin ninguna regla? ¿Sería deseable encontrar reglas que los gobernasen? Que todos nosotros nos encontramos inmersos en una serie de experimentos colectivos que han desbordado los confines de los laboratorios no necesita de más prueba que la lectura de los periódicos o la visión de los noticieros televisivos. En el momento en que hablo, miles de funcionarios, policías, veterianarios, ganaderos, funcionarios de aduanas, bomberos, están trabajando por toda Europa, incluso ahora por todo el mundo, contra la fiebre aftosa que está devastando tantas zonas rurales. En cualquier caso, no hay nada nuevo en esto teniendo en cuenta que la salud pública se inventó hace más de doscientos años. Lo que resulta novedoso en este caso, y problemático, lo que reclama nuestra atención, es el hecho de que la presente epidemia es debida precisamente a la decisión colectiva de no vacunar a los animales. En esta crisis, no nos enfrentamos, como nuestros predecesores, a una enfermedad mortal que debemos combatir con las armas confeccionadas en el interior del laboratorio de Robert Koch o Louis Pasteur y sus descendientes: nos encontramos enredados con las consecuencias indeseadas –pero perfectamente predecibles– de la decisión de experimentar, a escala europea, sobre cuánto tiempo aguantaría una cabaña ganadera no vacunada sin un nuevo brote de esta mortal enfermedad. Un caso perfecto de lo que Ulrich Beck (1992) ha bautizado como riesgos manufacturados.

Esta descripción cambia de perspectiva unos escenarios que habitualmente son presentados o bien como tragedias bien explicados a través de teorías conspirativas, los vuelve mas inquietantemente próximos y nos aproxima a una dimensión de participación activa o pasiva o ambas, pero directa. Demás esta decir que esto que llama Latour experimentos colectivos son procesos potencialmente muy peligrosos

Dos situaciones que en apariencia son muy diferentes, la crisis económico social argentina y la crisis de la aftosa en Europa, una parece un hecho impuesto, incluso providencial si pensamos que el capital financiero es una cosa completamente exterior y abstracta; el otro un hecho descontrolado pero de alguna manera electivo, casi una decisión política. Solo a primera vista, en el caso argentino podemos pensar en dos tipos de experimentos, los experimentos que podemos llamar sin agente, experimentos que pueden ser políticas de estado o configuraciones que alcanzan magnitudes y ramificación de gran escala, dinámicas que exceden por complejidad o por escala el planteo de las hipótesis u operaciones que participan en sus inicios, el otro tipo de experimentos constan de agentes e hipótesis variables pero mas visibles, podríamos llamarlos organizaciones de experimentación (arriba y abajo del timeline).Tanto el caso europeo como el argentino se combinan situaciones de hipotetizacion (políticas de vacunación,  políticas de transgenicos, políticas financieras, etc.) y cierto control, con situaciones (consecuencias o contextos de formulación del experimento) de incertidumbre y descontrol

aquellos que generando una situación mas o menos previsible, experimento complejo que fue llamado política de ajuste, arman el campo para la creación de un caos, como el mantenimiento del peso a la par del dólar durante años, que fue claramente un experimento en el que mucha gente estuvo involucrada; y el tipo de experimentos que intentan configurarse ante unas circunstancias inesperadas

Pero entonces, ¿cuál es la diferencia de estos experimentos con lo que solía llamarse situación política, es decir, aquello que a todos interesa y afecta? Ninguna. Estos experimentos, desarrollados sobre nosotros, por nosotros y para nosotros no se someten a ningún protocolo. Nadie ha recibido explícitamente la responsabilidad de seguir su curso. Este es el motivo por el que debe buscarse una nueva definición de soberanía.

Abstract para Open Magazine

enero 10, 2007

Estas notas intentan mostrar y pensar unos situaciones y configuraciones políticas que fueron apareciendo en argentina antes, durante y después de la crisis del 2001 y uno de los problemas que tenemos es justamente a qué llamamos política. Es un estado? es una situación? es una acción? Es una lógica? es la administración de un conflicto? es la conexión o la desconexión de agentes? Es la ciudad? Es la conectividad?

Un enfoque posible seria llamar a este campo de experimentos sociales y politicos, operatorias del o en el espacio público, pero esta idea de espacio público tan usada, necesita repensarse y sobre todo nosotros tenemos la posibilidad de repensarla a partir de la crisis. Algunos pensadores argentinos caracterizan a la condicion que emergio de la crisis llamando catastrofico «a un ambiente en el cual cambio sobre la permanencia, a un medio en el cual la alteracion de las condiciones es la regla mas que la excepcion.»

«Cuando el problema es claro, pero la solución no
tanto, se requiere junto a los expertos, el compromiso de los actores. Es el
caso de los problemas cardíacos, que sin un cambio de actitud y estilo de vida
de quien lo padece, no puede ser solucionado “sólo” por un cardiólogo. Pero
cuando el problema tampoco es claro, menos aun la solución, la
responsabilidad recae plenamente en los actores»
Adam Kahane sobre la crisis argentina 2002.

La crisis y el desenvolvimiento de sus actores nos lleva a explorar una pregunta relativamente nueva, que sólo recientemente ha llegado a la conciencia del público: los experimentos colectivos. ¿Qué son esos experimentos socio-técnicos? ¿Se desarrollan en un entorno totalmente fuera de control, sin ninguna regla? ¿Sería deseable encontrar reglas que los gobernasen? ¿Qué significado tienen para la tradicional definición de racionalidad y conducta racional?
Que todos nosotros nos encontramos inmersos en una serie de experimentos colectivos que han desbordado los confines de loslaboratorios no necesita de más prueba que la lectura de los periódicos o la visión de los noticieros televisivos.En esta crisis, no nos enfrentamos, como nuestros predecesores, a una situacion que debemos combatir con las armas confeccionadas en el interior del laboratorio nos encontramos enredados con las consecuencias indeseadas –pero perfectamente predecibles– de la decisión de experimentar, a escala real…


Conexión y desconexión

Piquetes- Internet-calles-redes-círculos de socialidad-logistica-monedas

La idea tradicional de espacio público, es un lugar abierto, de libre circulación de la opinión, un lugar de libre circulación, todo ciudadano tiene igual derecho a circular por el, un lugar mas que de encuentro un lugar de mutua exposición y expresión, un lugar agonal, en el que se lucha por establecer una opinión influyente pero a través de una razon general, la ley, que garantiza la igualdad de oportunidades de expresión o influencia, es un juego con reglas, reglas que no, o que casi no se han acordado por sus participantes. Veamos como algunas configuraciones ponen en problemas esta idea de espacio público.En 1996 trabajadores estatales que quedaron desempleados por las reformas del estado, reduciendo personal y desarticulando en este caso un pueblo que vivía de la industria petrolera, al ver que las posibilidades de manifestación sobre el espacio eran inocuas, decide intervenir sobre el sistema de velocidades del estado-economia. Cortan la ruta, retrasan por tiempo indefinido un aparte del sistema de logística petrolero. Se pasa del espacio a la velocidad pública? Lo cierto es que la operatoria de visibilidad esta dada por una operación de desconexion momentánea entre dos o mas puntos.
El piquete a la entrada de las fábricas y lugares de trabajo posibilitaba la huelga. Hoy, situado sobre las rutas, da lugar a un corte fundamental de la actividad económica, en una etapa del capitalismo en que el transporte y las comunicaciones tienen un protagonismo mucho mayor que en el pasado.
Los piquetes están sostenidos por la organización de trabajadores desocupados, tendencialmente horizontalista, basada en mandatos imperativos revocables, y con un método muy específico, el corte de calles y rutas. Una interesante alternativa a la huelga para quien no tiene un trabajo pero sí puede afectar la producción y comercialización capitalista en épocas de auge del comercio carretero, de just in time y stock cero.

Una de las hipótesis venimos discutiendo, sobre todo en Buenos Aires, es la de cambiar el hábito de hablar de espacio público, para una gama muy amplia de cosas y eventos, un estado de la discusión encontró la fórmula tiempo público, muy rápidamente esta fórmula se mostró exagerada; no había algo continuo, homogéneo, y común para todos. Una propuesta fue llamar momentos públicos a estos procesos de pensamiento e intercambio plural y con rasgos no jerárquicos, momentos por que eran configuraciones muy determinadas por las contingencias con una cierta aunque difusa duración (tomemos por caso el proyecto Venus, cuyos momentos de intensidad tuvieron ciertos picos de configuración, y finalmente el sistema se disolvió…)

Organizaciones y desorganizaciones

Dispersión, organizaciones como agentes estrategicos no conectados unos con otros- el estado como organización-organización como producción de realidad.
Relacion entre organizaciones, configuraciones imaginativas y contingentes de realidad.
Desorganizaciones y dispersiones como forma de conexión
El espacio público esta sostenida por la idea de que el lazo social, mas o menos conflictivo es vinculante, el medio para esa vinculación es la ley una ley igual para cada actor, cada ciudadano; el soporte de este medio, la lógica que coordina actores y leyes y reglas es el estado. Es el estado produce ciudadanos al mismo tiempo que la logica común que los vincula, el aspecto visible de esta lógica total es la ley. El deseo de espacio público es el deseo de un espacio de vinculación extendido e igualitario, pero la igualdad de condiciones para cada agente se consiguió en el estado moderno bajo el imperio de la ley, ósea que la relación entre agentes, instituciones y cosas estaba asegurado por un metanivel que llamamos estado.
La forma en que todos estos agentes eran (o aun son) educados y puestos en la forma de la ley es lo que llamamos instituciones, ellas se aseguran la reproducción de las condiciones en que ese soporto del estado que es la ley siga vigente y que las contingencias sean resilentes y el sistema sea estable.
Lewcowicz llama sólida a la lógica del estado, el Estado-Nación, y fluida
a dinámica del capital global. Estaríamos en una época donde la lógica
de los sólido estaría siendo desmantelada o “inundada” por una dinámica
de cambios permanentes, una condición de fluidez, globalización,
capital financiero, medios y sistemas de comunicación. Esto no
significa un cambio de escenario catastrófico, es mas bien un cambio
sutil, aunque expresado por Lewcowicz en una dicotomía radical, en la
forma de percibir y pensar las cosas. Este cambio hacia una condición
fluida no implica por ejemplo la desaparición del estado, ni mucho
menos, implicaría que el estado se transforme en un actor mas entre
otros actores, en una realidad mas entre otras, un actor que bien
podría tener incluso mas poder que antes, pero ya no constituye una
metarealidad, ya no es una lógica de lógicas. Es lo que algunos
politólogos califican como el paso de Estado soberano al estado
técnico-administrativo. Ya no hay actores secundarios.

Esto genera la aparicion de formas de socialidad que parecían improbables en condiciones de modernidad-o que los esquemas de lectura de la modernidad no permitian visibilizar. Se trata de formas de socialidad que se producen menos en torno a los focos clasicos de identificación-los trabajadores de tal o cual industria, los habitantes de tal o cual nacion, los partidarios de tal o cual partido- que a unidades pequeñas, de membresías menos definidas, mas variables.Es decir, de un fluido sistema no gubernamental de instituciones que se inscriben globalmente, que poseen arquitecturas variables, cuyos miembros muchas veces recusan la profesionalización del militante y el gestor y mezclan perspectivas normativas y estratégicas. Incluso allí donde se abocan a propósitos locales, estas asociaciones ensayan poner a circular esos circuitos en redes globales: de ahí una preocupación particular por las formas de establecer puentes y vinculos.

Maquinas de conexión simbólica: membresías

Monedas pseudomonedas, conexión con cuasiextraños, las membresías como limites de las organizaciones/Las membresías o pseudomonedas como limite entre la organización y la desorganización/Producción y propaganda de confianza/Producción de capital de confianza desde la nada, o en paralelo al mercado oficial de moneda.

Cada uno de los experimentos llamados económicos en la argentina durante la crisis desarrollo una forma particular de producir valor, o de re-valuar cosas, operaciones y relaciones; desde los cartoneros, hasta el club del trueque. Y en general estos experimentos intentaron tramar el valor de lo que se intercambiaba (la cosa, en un sentido amplio de objeto y proceso) con el modo particular en que estas interfases producian realidad. El club del trueque revalorando y reutilizando toda una serie de operaciones económicas menores, domesticas, poniéndolas todas juntas y conectándolas entre si. Esta maquina de interfase reciclaba el valor de cada cosa domestica y desvinculada del resto (la producción de comida en pequeño numero y en una casa) en su nuevo movimiento, millones de comidas caseras intercambiándose entre si y entre otras cosas.
¿Por qué tuvo tanto éxito el sistema del trueque? Grandes partes de la población argentina se encuentraron excluidas del círculo económico y monetario regular porque no tienen trabajo ni ingresos y por tanto, su acceso al dinero que normalmente es el único medio de intercambio está muy limitado. Como resultado hay necesidades insatisfechas por un lado y por el otro lado están allí las capacidades y el potencial de la mano de obra que por la falta de demanda de trabajo no son aprovechados. Falta un intermedio monetario para volver a unirlos.

Venus fue un intento de montar una maquina de re-valuación que ponga en contacto cualquier cosa con cualquier otra y cuyo valor no este dado por el efecto de la oferta y demanda sobre esa cosa; es decir que la cosa tenia un valor aun cuando no circulara, o no fuera requerida para su consumación, o aun cuando no fuera meramente deseada.
La estrategia económica de Venus tomando prestado algunas operaciones del mundo del arte y algunas del mercado, era doble: 1- por un lado el valor de una cosa puesta en relación a la moneda Venus, producía un valor simbólico, por contigüidad y/o exposición, llamémoslo valor de visibilidad, y 2- paralelamente las cosas también tenían un valor de mercado mas convencional digamos, como efecto la acción de la oferta y la demanda. El truco era tomar la operatoria de producción de valor de las obras de arte, que hace que cualquier cosa u operatoria pueda ser presentada como posible valor, y superponerla a una red de oferta y demanda, no solo de cosas sino de personas, que posibilita la circulación de bienes pero al mismo tiempo que circulan los bienes, circulan las ideas y las hospitalidades.

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MTL perfil laboratorio social

enero 10, 2007

El MTL es una organización piquetera que formó parte de la Central de Trabajadores Argentinos y trabajó conjuntamente con la Federación de Tierra y Vivienda en la ocupación de tierras. El MTL agrupa a unos 20.000 desocupados y tiene representación en 17 provincias. Son trabajadores desocupados sus protagonistas, y la búsqueda de una solución colectiva para sus necesidades habitacionales es lo que sustenta en sus comienzos a esta organización.
El MTL constituyó una cooperativa de trabajo (EMETELE) que propició el acceso al crédito hipotecario que otorga el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a través del Instituto de la Vivienda con vistas a promover la autogestión de viviendas en el marco de la ley 341. Esta ley permite posibilita créditos colectivos a la cooperativa en lugar de individuales a cada familia. El  MTL luchó y presiono para que el proyecto de cooperativas de autogestión con créditos del Estado saliese.
El programa “Autogestión para la vivienda” creado por el Gobierno de la Ciudad e implementado en ese territorio en el año 2000 proveyó los fondos para la compra del terreno y del inmueble y para la financiación de la construcción de las viviendas.
La financiación se orienta a cubrir los gastos que devienen de: la adquisición de los materiales empleados para la construcción de las viviendas, la remuneración de los trabajadores que integran la empresa constructora cooperativa y de los honorarios profesionales involucrados en el diseño, ejecución y supervisión del plan de obras. El programa determina que el instituto entregará el dinero en etapas, siempre y cuando la etapa anterior esté certificada. Por esto mismo, el MTL ha conformado una auditoria de la gestión de la oficina estatal paralela a esta que el estado ejerce sobre la gestion de la cooperativa.
Para el comienzo de las actividades se formó un equipo técnico conformado por arquitectos, un contador y un abogado que trabajaron durante casi dos años sin percibir remuneración.
La militancia en el marco del movimiento es condición necesaria y requisito excluyente, para ser parte de esta formación cooperativa. El jefe de obra es el único empleado no militante bajo la hipótesis de que su posición independiente del Movimiento le otorgue mayores grados de libertad para la toma de decisiones. El estudio de arquitectura como dirección de obra no tiene relación con los trabajadores. Asimismo, refugiados de distintas partes del mundo trabajan en la cooperativa.
La cooperativa interviene aparte en el mercado formal como parte de la oferta de empresas constructoras de la Ciudad de Buenos Aires. En una experiencia inédita en la historia de las organizaciones sociales, 400 piqueteros comenzarán a trabajar como obreros para una empresa privada que construirá viviendas en un barrio porteño la zona oeste de la ciudad.
Los piqueteros aportarán la mano de obra, mientras que la empresa se hará cargo del proyecto y del material. Green y el MTL habían, de hecho, competido en la licitación convocada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para la construcción de las viviendas. Cuando se impuso la firma privada, sus dueños decidieron subcontratar a los piqueteros.
El 22 de julio de 2004 nace la Cooperativa minera MTL La Brava, formada por sus ex trabajadores y desocupados. El 16 de mayo de 2005 los trabajadores adquirieron las 5 hectáreas de la fábrica con dinero prestado por diversas ONGs y movimientos sociales solidarios. La reapertura de la mina es un emprendimiento que podría tener autonomía económica. La construcción del barrio conlleva una fuerte dependencia estatal ya que los trabajos podrían frenarse si el Estado, que va liberando el préstamo a medida que avanza la obra, suspendiera los desembolsos. En el caso de la mina, se trata de producir un mineral (urexita) para la exportación. La cooperativa tiene contactos hechos para exportar el mineral al Brasil, donde se utiliza como fertilizante de suelos.

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partes del artículo de Latour

enero 10, 2007

explorar una pregunta relativamente nueva, que sólo recientemente ha llegado a la conciencia del público: los experimentos colectivos. ¿Qué son esos experimentos socio-técnicos? ¿Se desarrollan en un entorno totalmente fuera de control, sin ninguna regla? ¿Sería deseable encontrar reglas que los gobernasen? ¿Qué significado tienen para la tradicional definición de racionalidad y conducta racional?
Laboratorios a la calle
Que todos nosotros nos encontramos inmersos en una serie de
experimentos colectivos que han desbordado los confines de los
laboratorios no necesita de más prueba que la lectura de los
periódicos o la visión de los noticieros televisivos. En el momento en
que hablo, miles de funcionarios, policías, veterianarios,
ganaderos, funcionarios de aduanas, bomberos, están trabajando por
toda Europa, incluso ahora por todo el mundo, contra la fiebre aftosa
que está devastando tantas zonas rurales.En cualquier caso, no hay nada nuevo en esto teniendo en cuenta que la salud pública se inventó
hace más de doscientos años para prevenir la difusión de las
enfermedades infecciosas, mediante la cuarentena y, posteriormente,
mediante la desinfección y la vacunación. Lo que resulta novedoso en
este caso, y problemático, lo que reclama nuestra atención, es el
hecho de que la presente epidemia es debida precisamente a la
decisión colectiva de no vacunar a los animales. En esta crisis, no
nos enfrentamos, como nuestros predecesores, a una enfermedad mortal
que debemos combatir con las armas confeccionadas en el interior del
laboratorio de Robert Koch o Louis Pasteur y sus descendientes: nos
encontramos enredados con las consecuencias indeseadas –pero
perfectamente predecibles– de la decisión de experimentar, a escala
europea, sobre cuánto tiempo aguantaría una cabaña ganadera no vacunada
sin un nuevo brote de esta mortal enfermedad.
Un caso perfecto de lo que Ulrich Beck (1992) ha bautizado como
riesgos manufacturados [manufactured risks].
riesgos inevitables de la conectividad y la hipotetizacion generalizada
Al citar este caso, no estoy intentando que muestren su indignación;
no estoy afirmando que naturalmente, deberíamos haber vacunado
al ganado; no estoy diciendo que sea un escándalo porque los intereses
económicos hayan prevalecido sobre la salud pública o sobre el
bienestar de los ganaderos. Existen, soy perfectamente consciente,
muchas buenas razones para la decisión de no vacunar al ganado. Quiero
centrar la atención en otro punto: se ha desarrollado un experimento
colectivo en el que han participado conjuntamente ganaderos,
consumidores, vacas, ovejas, cerdos, veterinarios y virólogos. ¿Ha sido
éste un experimento bien o mal diseñado? Ésta es la pregunta que
quiero sacar a la luz.
La ciencia era aquello que se hacía entre
los muros donde trabajaban las batas blancas. Los experimentos
implicaban a animales, materiales, cálculos y programas informáticos.
Más allá de las fronteras del laboratorio comenzaba el reino de la
mera experiencia –no del experimento
(Dear, 1990, 1995; Licoppe, 1996).

Sería una descripción insuficiente asegurar que nada, absolutamente
nada, queda de este cuadro, de este modelo de difusión lenta de la
producción científica.

En primer lugar, el laboratorio ha extendido sus muros hasta abarcar
todo el planeta. Los instrumentos están en todas partes. Las casas,
las fábricas, los hospitales se han convertido en subsidiarios de los
laboratorios. Piensen, por ejemplo, en el sistema de posicionamiento
global: gracias a esta red de satélites, los geólogos y
naturalistas pueden medir con el mismo rango de precisión dentro y
fuera de sus laboratorios. Piensen en los nuevos requisitos de
trazabilidad, tan rigurosos fuera como dentro de los lugares de
producción. Las diferencias entre la historia natural
–ciencia caracterizada por el trabajo de campo–
y la ciencia de laboratorio han sufrido una lenta erosión.
En segundo lugar, es bien conocido que, a partir del desarrollo de
asociaciones de enfermos, por ejemplo, muchas personas están
formulando más preguntas a los investigadores, insistiendo en dirigir la
agenda de la investigación, que aquellos que disponen de un Doctorado
en Física o visten bata blanca.

En tercer lugar, la cuestión de la escala. Los experimentos actuales
se desarrollan a escala uno y en tiempo real, como ha quedado claro
con el tema clave del calentamiento global. Para asegurarse, se están
desarrollando numerosas simulaciones; se están probando modelos
complejos en superordenadores, pero el verdadero experimento se está
llevando a cabo entre nosotros, con nuestra participación,
afectándonos a todos nosotros, al conjunto de los océanos, a las capas
altas de la atmósfera e incluso –como afirman algunos
oceanógrafos (Broecker, 1997)–
a la Corriente del Golfo. La única forma de descubrir
si el calentamiento global es efectivamente debido a causas antrópicas
sería probar a detener nuestras emisiones para ver a continuación, y
colectivamente, el resultado. Desde luego, esto sigue siendo un
experimento, a escala uno, en el que todos estamos embarcados.
Pero entonces, ¿cuál es la diferencia de estos experimentos con lo que
solía llamarse situación política, es decir, aquello que a todos
interesa y afecta? Ninguna. Ésta es precisamente la cuestión. La
definida distinción entre los laboratorios científicos que
experimentaban sobre teorías y fenómenos entre sus muros, y el mundo
exterior de carácter político y guiado por los valores humanos,
opiniones y pasiones de los profanos se está
evaporando antes nuestros ojos


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partes del artículo de Latour

enero 10, 2007


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