En el periodo que va de los anos 2000 al 2003, en Argentina estuvimos inmersos en una dinámica de cambios imprevisibles, habitamos en un medio que muchos han denominado catastrófico. Un tiempo donde para muchos su forma de vida cambio radicalmente. Mientras unos sufrieron distintos grados de exclusión económica y social, para algunos el cambio fue algo mas leve.
Argentina 2006. Hoy los medios y algunas estadísticas muestran un país muy cambiado. Se habla de normalización, de que las cosas han vuelto a ser como eran. Hay un gobierno elegido democráticamente y los índices de pobreza y desempleo han bajado significativamente, volviendo a ser como los anteriores a la crisis. Esta normalización después de la crisis nos introduce al concepto de resilencia. A nivel mecánico la resilencia es la capacidad de un material para ser deformado sin sufrir una deformación permanente. En el plano psicológico, se llama resiliencia a la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. Ambas descripciones, imaginan un estado de cosas que mantiene y proyecta la forma hacia el futuro. Ambas operaciones responden a los estímulos externos resistiéndolos, enfrentándolos. Podríamos decir que el Estado-Nación y su trama institucional es una maquina resilente; la normalización institucional argentina así parece indicarlo.
Pero sin embargo, algo sutil y generalizado ha cambiado.
Para el historiador argentino Ignacio Lewcowicz fueron las condiciones de pensamiento, aun cuando las cosas parezcan volver a ser las mismas, han cambiado irreversiblemente. Ya no son resilentes. La experiencia de esos años nos hizo saber que pueden emerger configuraciones político-sociales inesperadas (y riesgosas…) y que la posibilidad de aparición de estas situaciones no es hipotética sino real, o mejor dicho, que estas configuraciones puede establecer realidades. Sabemos que las cosas han cambiado y pueden cambiar, que las condiciones de existencia pueden modificarse y que esas modificaciones pueden tener la forma de configuraciones a gran escala.
Un enfoque posible seria situar a este campo de configuraciones, modificaciones y situaciones políticas que emergió durante la crisis, dentro de operatorias inscriptas en la idea de espacio público. Pero esta idea del espacio público tan utilizada, necesita repensarse. Nosotros tenemos la posibilidad de pensarla a partir de la crisis argentina. Fue ésta una crisis del espacio público? Algunos pensadores argentinos prefieren hablar en lugar de crisis de catástrofe, de una condición catastrófica. Pero no en un sentido trágico, sino más bien como la primacía del cambio sobre la permanencia.
Qué pasa con el espacio público cuando las cosas en él o a través de él ya no son previsibles, cuando ya no hay parámetros regulares o reproducibles que lo estabilicen, que lo reproduzcan, y que lo conecten con otras “instituciones”? Puede existir? Deja de existir?
Una manera de describir el espacio público es decir que su condición de existencia esta dada por el Estado. Pero el Estado no como un ente o como un gobierno, sino como una lógica, la lógica del estado, una manera particular de pensar y actuar. El estado como la trama que conecta todas las instituciones.
La crisis argentina nos hizo ver que esta lógica existencial que es el estado moderno, puede declinar e incluso puede desaparecer (al menos por unos dias o por unas horas); aún cuando el Estado como institución o “meta” institución siga existiendo de hecho.
Aun cuando el estado de derecho siga vigente y las instituciones continúen funcionando, esta lógica que es el Estado, el Estado-Nación, puede dejar de tener efectividad como forma de pensamiento, como única “forma de producir realidad”. La crisis demostró que hay más de una forma de producción de realidad, y que estas producciones de realidad no están ya coordinadas por una lógica general como la del estado. Es quizás algo parecido a un caos. Producciones de realidad superpuestas conectándose o ignorándose, chocando o componiéndose, cuyos agentes al mismo tiempo pueden participar en diversos procesos de producción de realidad al mismo tiempo.
La trama de leyes y reglamentos que conectan todas las operaciones políticas, sociales y económicas dentro del Estado hacen de este un productor de realidad prioritario, monopólico; pero en condiciones catastróficas éste es un agente más en el medio de una pluralidad de agentes, aun cuando sea un agente muy poderoso. De alguna manera podríamos decir que no hay ley, que no hay asegurada una relación entre todos los agentes en un medio, que no hay una ley dada, que no hay una realidad dada y común para todos. Pero esta pluralidad no es una idea multiculturalista, ni tampoco es la coexistencia de diversos estilos de vida. Es una relación entre agentes en un medio cambiante y bastante imprevisible; una descripción así supone un capo de alto riesgo pero también de inesperadas posibilidades.
Organizaciones y desorganizaciones
El club del trueque
“Las relaciones sociales en condiciones neoliberales se sostienen exclusivamente en la confianza…pero no nos confundamos con imágenes amistosas de la confianza, la llamaremos confianza desesperada…una confianza que tiene que ser actualizada en cada situación particular” Ignacio Leukowicz
El trueque es una organización de carácter civil basada en el principio de autoayuda. El sistema pertenece al “Tercer Sector”, es decir, al margen de la economía normal y de la política social estatal. La moneda propia, el crédito, facilita el intercambio multirecíproco y no simultaneo sin utilizar dinero de curso legal. Es privado porque es emitido por personas privadas y no tiene ningún respaldo por parte del estado, es decir, no es un documento y no tiene validez jurídica. No genera interés y por tanto no sirve para la acumulación sino es solamente un medio para facilitar el intercambio. Todos los productos o servicios se pueden trocar y cada prosumidor (consumidor y productor al mismo tiempo) está obligado a ofrecer algo en el club de trueque.
Al principio de los 90, Argentina empezaba a entrar en la globalización no muy bien posicionada, y el desempleo comenzaba a materializarse. La hipótesis de los iniciadores del club del trueque era que fortaleciendo desde los hogares la cuestión económica y ecológica, se iba poder hacer frente a los niveles masivos de desocupación y la caída de sistemas productivos completos que se pensaban a sí mismos “perpetuos”, tales como la siderúrgica o la industria textil. Pensando en un “mercado protegido” surgen las primeras ideas de armar el Club del Trueque. Después de ensayar las distintas estrategias de capacitación y emplear simuladores para evaluar el sostenimiento y expansión de la idea del club, se concluyo en el armado de un mercado solidario en donde se dieran reciprocidades que estaban ausentes en el mercado formal. El proyecto no era reemplazar al mercado sino complementarlo. En él se pretendían imaginar aportes conceptuales para mejorar la economía que venía. Las redes, el uso de Internet, los impactos que comenzaban a generar la irrupción de los bloques económicos como el NAFTA y la Unión Europea, la automatización de los procesos productivos por la introducción de computadoras y robots, el ascenso de los hipermercados….
Antes y durante la crisis, grandes partes de la población argentina se encontraron excluidas del círculo económico y monetario regular al no disponer de trabajo ni ingresos. Su acceso al dinero, que normalmente es el único medio de intercambio, estuvo muy limitado. Había necesidades insatisfechas por un lado, pero por el otro estaban allí las capacidades y el potencial de la mano de obra que por la falta de demanda de trabajo no eran aprovechados. Faltaba un intermedio social y monetario para volver a unirlos.
Entre 1999 y 2002 la oferta en los clubes fue impresionante y se encontró casi todo, alimentos, cosas usadas o manufacturadas y también servicios como plomería, albañilería o tratamiento médico. Comerciantes que tenían que cerrar sus negocios vendieron sus productos en el trueque y así llegó mercadería nueva a los clubes. Trabajadores que no recibieron sus indemnizaciones en plata sino en productos, ofrecían lo que les sobraba. Los clubes de trueque eran organizaciones autónomas que debían surgir por autoconvocatoria y funcionar de manera descentralizada y horizontal.
El club del trueque es una organización que fue filtrándose en las situaciones particulares y muy problemáticas que el efecto de una globalización muy contingente producía en un lugar particular. Pensado en sus inicios el sistema pretendía ser autosustentable y autorregulable, como parte de una ecología unicista; pero el sistema fue lo increíblemente plástico para llegar a conectar mas de 6 millones de personas, esto llego a cambiar completamente sus primeras intenciones orgánicas, armónicas podríamos decir; y la organización se transformo en algo muy difícil de describir, pero su ciclo ya no era el ciclo natural, era una situación particular y muy hibrida de gran inercia social, esto llevo el sistema a un punto de ruptura, la burbuja exploto por exceso de especulación, inflación y otras dinámicas casi descontroladas, pero aun asi se configuro en su momento particular como una organización no estatal de dimensiones y operatividad mas del orden de lo imaginario que de la seriedad de las políticas económicas prescriptas por los especialistas; una hermosa e inesperada burbuja social.
Proyecto Venus
Algunas ofertas en moneda Venus
“La filosofía política en el gimnasio”.
Encuentro teórico experimental en sala de aerobic + aparatos Primero hay un temario que gira alrededor de las formas institucionales que atraviesan a la sociedad en conjunto y en sus partes. Luego hay una aproximación a los elementos propios del fisicoculturismo, como la construcción corporal a partir de una rutina básica de pesas combinando aeróbicos. La duración total es de 80 minutos en tres partes: 1) Teoría en la sala de aerobics, en 40 minutos. 2) Entrada en calor y 3) Sala de aparatos con una descripción básica de ejercicios.
“Cerveza casera para tu evento”
Alegria natural, sin químicos ni conservantes!. Yo te proveo la cerveza, GENUINA y de EDICION LIMITADA. (concepto nuevo de la neoeconomia que se viene). Puedo darte hasta 60 litros de cerveza .Costo de un chop (355 cc) : 0.75 pesos + 0.33 venus. Precio sugerido al publico: (podes financiar tu evento!): 1peso+1 venus
“Venus fue planteada como sociedad experimental, donde artistas, científicos, tecnólogos, intelectuales se articulan en circuitos de producción y circulación y exploran nuevas formas creación y de vida…”
Tomado de un posteo de Roberto Jacoby en el website de proyecto venus.
Venus al igual que otras organizaciones durante la crisis argentina, desarrollo una forma particular de producir valor, o de re-valuar cosas, operaciones y relaciones a través del desarrollo de interfases o redes de intercambio. Estas (asociaciones y/o redes) intentaron tramar el valor de lo que se intercambiaba (la cosa, en un sentido amplio de objeto y proceso) con el modo en que estas interfases producían su propia realidad. En el caso del club del trueque, revalorizando y reutilizando toda una serie de operaciones económicas menores, domesticas. Poniéndolas todas juntas y conectándolas entre si. En el caso del proyecto venus desarrollando lo que denominaron tecnología de la amistad. Esto es: “el arte de conectar a la gente. O también, de tejer redes, de cruzar fronteras simbólicas, de multiplicar las oportunidades de encuentros…” Y donde “…la principal condición es la disposición a entrar en un intercambio con otros y hacerlo en términos que no son los del mercado convencional, sino de un mercado inventado libremente por un grupo de personas”.
“…Y es también esta constatación es la que sustenta que exista una moneda propia, ya que se supone que en nuestra época el mercado es la forma social por excelencia. Frente a esto podría haber enfatizado las formas no mercantiles como las de la religión, los partidos revolucionarios, las organizaciones solidarias, la familia, la amistad desinteresada, etc. Pero dada la experiencia que tuve con algunas de estas formas, donde la jerarquías injustas y el intercambio desigual se mantienen de forma a veces oculta aunque con gran fuerza, pensé que era mejor intentar crear un mercado propio, de pertenencia voluntaria, que coexistiera con el mercado consensual o universal.”
La estrategia de Venus tomaba prestado algunas operaciones conceptuales al mundo del arte y otras al mercado. Tomaba la operatoria de producción de valor de las obras de arte, que hace que cualquier cosa u operatoria pueda ser presentada como posible valor, y la superponía a una red de oferta y demanda, no solo de cosas, sino de personas, que posibilitara la circulación de bienes pero al mismo tiempo de ideas. Así la “forma mercado” actuó durante los primeros años del proyecto como vehículo para la circulación de ideas entre los miembros de la red, aun en el caso de que las ofertas y demandas no fueran consumadas. Este valor simbólico o de visibilidad de las “ofertas excéntricas” no fue un valor abstracto finalmente, ya que muchos jóvenes y desconocidos artistas y técnicos pasaron a tener mucha visibilidad en diferentes medios, independientemente del “valor” que sus ofertas alcanzaran dentro del sistema. Estas membresías a clubes y asociaciones voluntarias o la invención de monedas, constituyeron maquinas de conexión simbólica que operaban en el limite entre la organización y la desorganización, produciendo y propagando confianza desde la nada y en paralelo a un mercado oficial desacreditado y en crisis
“La cuestión monetaria obligó a los venusinos a cambiar radicalmente su relación con la economía. Ya no se trataba de padecerla sino de experimentarla empezando de cero, reescribiendo todas sus categorías (“liquidez”, “circulante”, “masa monetaria”, etc.) en función de un mercado in progress, deliberado, en un ejercicio de simulación que tarde o temprano terminaría pasando a otro estado.
Al principio algunos nos decían: ‘Pero ¿qué respaldo tiene esta moneda?’ Después vino el corralito, la gente perdió sus dólares, las provincias emitían toda clase de monedas nuevas… y nadie volvió a preguntar por el ‘respaldo’.
Entrevista de Alan Pauls a Roberto Jacoby en el diario “Pagina 12″.
Las diversas situaciones, sus dinámicas y procesos hacen que estas configuraciones sociales no puedan definirse claramente a partir de formas estables o de contratos; hay reglas pero estas varían, hay veces que no las hay. Desde la dispersión social hacia las organizaciones, pero pareceria que la única manera de que estas existan es a través de procesos de desorganización…
“Las organizaciones designan los modos de agrupamiento en condiciones de fluidez, bajo el nombre de organizaciones, los agrupamientos ejercen en la incertidumbre, del mismo modo que bajo el nombre de instituciones ejercían en un mundo mayormente calculable. Para estas organizaciones, en tiempos de alteración, ninguna figura a priori, ninguna estructura interna resulta eficaz en su operatoria. El índice de eficacia de la organización es la velocidad para configurarse frente a estímulos, provocaciones, causas, dislocaciones que sobrevienen de modo contingente”
I.Leukowicz “Pensar sin Estado” Bs As. 2004
“…Estas organizaciones son tal vez menos jerárquicas que horizontales. Son antisistemicas: no solo antiestructura sino antisistema.: estan demasiado expuestas a la interferencia y la invasión del ambiente para ser sistemas; además no estan concentradas en reproducirse como los sistemas. Estan mas bien concentradas en producir. Las desorganizaciones, en definitiva, no estan coordinadas de manera normativa sino por los valores y son quizas mas indóciles que respetuosas de las reglas. Desde el punto de vista de la agencia, advertimos que las organizaciones son campos de juego de agentes que interactúan, actúan estratégicamente y negocian”.
R. Laddaga, “Estéticas de la emergencia.” Bs As. 2005
Conexión y desconexión
El esquema tradicional de espacio público nos refiere a un lugar accesible, de libre circulación de las ideas y donde todo “ciudadano” tiene iguales derechos a transitar por el. Así definido, parece significar un lugar de mutua exposición y expresión individual más que de encuentro. Un lugar “agonal” en el que se lucha por establecer una opinión influyente a través de una razón general representada por la ley (que es la que garantiza la igualdad de oportunidades). Muchos describen este espacio “publico” como un juego, pero, nos parece ahora, un juego con reglas que no han sido necesariamente acordadas por sus participantes. Esto es en parte por la naturaleza misma de la representación, que además, pierde actualidad día a día. Durante la crisis argentina, ciertas configuraciones pusieron en jaque a estas ideas del espacio público.
En 1996 trabajadores estatales desempleados por las privatizaciones, al ver que las posibilidades de manifestación en el espacio no conseguían efecto alguno, deciden intervenir sobre el sistema de circulación del estado-economía. Cortan una ruta nacional y retrasan por tiempo indefinido una parte de la logística de la industria petrolera. Esta acción rápidamente se transformo en una operatoria de visibilidad. Su efectividad estuvo dada por una operación de “desconexión momentánea” entre dos o mas puntos. Las organizaciones piqueteras son un tipo de organización que entiende que uno de los centros de visibilidad político-mediáticas son los flujos logísticos y no los centros de producción convencionales.
En la descripción de un piquetero:
“Los piquetes están sostenidos por la organización de trabajadores desocupados, de tendencia horizontalista, basada en mandatos imperativos revocables, y con un método muy específico, el corte de calles y rutas. Una interesante alternativa a la huelga para quien no tiene un trabajo pero sí puede afectar la producción y comercialización capitalista en épocas de auge del comercio carretero, de just in time y stock cero.”
Quiere esto decir que estamos pasando del “espacio” a la “conexión” pública?
El MTL, es una agrupación piquetera que comenzó cortando rutas y calles e impidiendo el acceso de la policía a viviendas ocupadas que iban a ser desalojadas. Contradictoriamente llamado “movimiento territorial de liberación”, su energía inicial estuvo dada por la comprensión y operación sobre los desplazamientos y conexiones más que sobre lo fijo de lo “territorial”.
Desde su comienzo en 1996, el MTL practico un proceso de re-configuración continuo de su organización. Primero participando en piquetes y asociaciones con diversos grupos políticos y estableciendo casas colectivas para gente desalojada. Luego formando un “gabinetes paralelos” a los del estado para auditar leyes y recursos asistenciales. En el 2003 el MTL se constituyo en una “cooperativa” con el objetivo de construir un conjunto de 300 viviendas para sus propios miembros en el medio de la ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo organizo una “empresa constructora” con el objetivo de realizarlas y entrenar y dar trabajo a 240 desempleados sin experiencia alguna. El “aprendizaje” fue tal, que la empresa antes de completar su primer encargo, ya salía a competir, con suceso, en el mercado formal. Una organización relacionada con el partido comunista se configura como actor capitalista…
Esta experiencia de acción y pensamiento va desde el corte de una calle y una ruta hasta la operatoria arquitectónica del conjunto de viviendas. La estrategia de conexión del conjunto de viviendas dentro de la homogénea trama urbana de la ciudad, fue abrir una calle en medio del terreno, reconectando así dos calles que habían estado bloqueadas por una fábrica durante décadas y enlazando localmente las nuevas viviendas con las calles, instituciones y comercios próximos. “Abrir” y “cerrar” calles parecieran ser la misma acción; de visibilidad? De rearticulación de flujos?
Velocidad Pública
Estas operatorias reemplazan la idea del espacio público como algo referido “a un lugar” por una dinámica de conexiones y desconexiones. Esta dinámica va contra dos aspectos centrales del espacio público: la idea de que éste se sostiene en consensos generalizados, y/o en disensos regulados por el estado. Esto podría describirse como “políticas de conectividad” que abren tiempos públicos o los desconectan.
Necesitamos cambiar el hábito de hablar de espacio público. Pero la fórmula de tiempo público resulta algo exagerada. Ya no hay algo continuo, homogéneo, y común para todos. Estos nuevos actores sociales están cada vez más abocados a la producción de realidad en sus situaciones específicas, es decir “producen su propio tiempo”.
Velocidad global podría ser el nombre de esa parte de la economía y las tramas políticas que se llama logística, el sistema de circulación de bienes post fondista. Pero al mismo tiempo podríamos describir un tipo de velocidad relacionada con esa pero diversa, una especie de ritmo en el que se componen diferentes tiempos, diferentes formas de producción de realidad. La diferencia de tiempos seria la velocidad, y un tipo de “diferencia conectiva de tiempos” podría, por lo menos provisoriamente, ser llamada pública; velocidad pública, composición de velocidades “sociales” heterogéneas.
Experimentos colectivos y ecología de la dispersión.
En un articulo titulado ¿Qué protocolo requieren los nuevos experimentos colectivos? Bruno Latour se interroga por la condición de lo que llama “experimentos colectivos”:
“¿Qué son esos experimentos socio-técnicos? ¿Se desarrollan en un entorno totalmente fuera de control, sin ninguna regla? ¿Sería deseable encontrar reglas que los gobernasen? Que todos nosotros nos encontramos inmersos en una serie de experimentos colectivos que han desbordado los confines de los laboratorios no necesita de más prueba que la lectura de los periódicos o la visión de los noticieros televisivos. En el momento en que hablo, miles de funcionarios, policías, veterinarios, ganaderos, funcionarios de aduanas, bomberos, están trabajando por toda Europa, incluso ahora por todo el mundo, contra la fiebre aftosa que está devastando tantas zonas rurales. En cualquier caso, no hay nada nuevo en esto teniendo en cuenta que la salud pública se inventó hace más de doscientos años. Lo que resulta novedoso en este caso, y problemático, lo que reclama nuestra atención, es el hecho de que la presente epidemia es debida precisamente a la decisión colectiva de no vacunar a los animales. En esta crisis, no nos enfrentamos, como nuestros predecesores, a una enfermedad mortal que debemos combatir con las armas confeccionadas en el interior del laboratorio de Robert Koch o Louis Pasteur y sus descendientes: nos encontramos enredados con las consecuencias indeseadas –pero perfectamente predecibles– de la decisión de experimentar, a escala europea, sobre cuánto tiempo aguantaría una cabaña ganadera no vacunada sin un nuevo brote de esta mortal enfermedad. Un caso perfecto de lo que Ulrich Beck (1992) ha bautizado como riesgos manufacturados.”
Tomando esta idea de experimento colectivo podemos hacer unas distinciones, hay dos tipos de situaciones superpuestas que son heterogéneas pero que no presentan un limite claro entre si, es mas podríamos decir que están conectadas o desconectadas entre si por velocidades diversas de producción de realidad. Por un lado están los experimentos “sin agente”, o con multiplicidad de agentes, que alcanzan magnitudes y ramificaciones de gran tamaño y cuyas consecuencias se propagan sin respetar casi ningún limite. Por el otro algo que podríamos llamar “situaciones de experimentación”, configuraciones especificas donde actúan organizaciones y determinan modos de producción de realidad dentro de esas situaciones.
Los primeros determinan un “mundo laboratorio” sin operadores, y con un nivel de conectividad intenso, solo con hipótesis iniciales –hipótesis globales- pero sin protocolos de control de riesgo, las segundas son situaciones, manchas o grumos dentro de un medio fluido, su nivel de conectividad esta dado en la situación y no se extiende, sus agentes pueden ser mas visibles y sus hipótesis situacionales; los primeros pueden ser políticas estatales o desarrollos de infraestructuras globales, los segundos organizaciones piqueteras, redes de intercambio especificas en general. Pero lo complejo del caso es que al alcanzar ciertos tipos de velocidad publica estas “situaciones de experimentación” pueden devenir experimentos colectivos, de escala estatal o global y quedar completamente excedidos de sus hipótesis de producción de realidad situacional, esto lo podemos ver en el caso del club del trueque, que llego a afectar, durante un tiempo, a mas gente que los planes de asistencia del estado, o también en el desarrollo de software libre.
La línea entre una ecología de la dispersión, donde las producciones de realidad flotan aisladas en un mar de contingencia, y los experimentos globales e imprevisibles, es una línea mas imaginaria que real. El pasaje de operaciones a uno y otro lado determinan umbrales donde lo que afecta a algunos pasa a afectar a muchos, y Latour pregunta:
“Pero entonces, ¿cuál es la diferencia de estos experimentos con lo que solía llamarse situación política, es decir, aquello que a todos interesa y afecta? Ninguna. Estos experimentos, desarrollados sobre nosotros, por nosotros y para nosotros no se someten a ningún protocolo. Nadie ha recibido explícitamente la responsabilidad de seguir su curso”.
La política podría ser la dimensión donde se encuentran estos experimentos sin agente y estas “situaciones de experimentación”, y aquí se abre una extraña posibilidad para eso que llamábamos al principio espacio publico y que ahora, dudando, llamamos publico a secas:
“La definición de público de Dewey (1927) se encuentra tan alejada como es posible de lo que, en Europa, llamamos Estado, especialmente del Estado Hegeliano. Dewey denomina privado al conjunto de las consecuencias de nuestra propia actuación que podemos percibir, que no necesita ser individual o subjetivo, sino que simplemente está conformado por lo que es conocido, predecible …Por oposición, lo público comienza con aquello que no podemos percibir o predecir, con las consecuencias imprevistas, indeseadas o invisibles de nuestras acciones colectivas. Contrariamente a todos los sueños de la política racional, Dewey identifica lo público, no con el conocimiento superior de la autoridad, sino con la ceguera. Lo público surge cuando nos encontramos enredados sin saber cómo y por qué; cuando la Soberanía es ciega. En lugar de confiar en el destino de la república a la benevolente supervisión de los expertos que se encargan a sí mismos todas las tareas relacionadas con la voluntad general, Dewey traza un edificio de lo público donde no hay ningún experto capaz de determinar las consecuencias de la acción colectiva”.
Pero creemos que al elegir esta posibilidad de lo publico no podemos saber si aceptamos un riesgo (con su esperanza y su confianza desesperada) o una amenaza (con todo lo de catastrófico, dispersivo y coercitivo que conlleva actualmente).
Chat:
A- La dispersión, es un medio, una situación? Es donde ya no hay espacio público, algo medieval si se quiere, pero donde hay muchos movimientos, fluidez, es donde aparece mas la posibilidad de una velocidad pública, que la de un espacio público.
B-En la idea de experimento colectivo de Latour de alguna manera estaríamos todos involucrados permanentemente en experimentos en gran escala. Esto serviría para redefinir el concepto de ciudadanía, para rescatarlo? Son o podrían ser ciudadanos todos los involucrados en un experimento, desde, personas, animales, sistemas hasta maquinas?
A-Si es una ciudadanía lo es por que hay representación, en esta ciudadanía todo debe aparecer representado en los protocolos de los experimentos; y en este sentido seria no solo una ciudadanía global sino trans o posthumana!!
B-Pero la noción de experimento colectivo por un lado, mete a todos en un mismo barco, le da una dimensión cohesiva, pero no se parece a la del Estado, es altamente impredecible…
C-Ya no somos todos iguales ante la ley, sino más bien somos todos iguales ante el experimento.
A-Si esos experimentos se parecen a lo que antes eran las políticas de Estado es como que todos estamos inmersos en un experimento colectivo, pero a la vez existen o emergen experimentos más pequeños que van surgiendo y se van sumando y pueden volverse incluso tan importantes como el experimento colectivo (p.ej. red global de l trueque), es a lo que llamaba experimentadores u desorganizaciones…
C-Esto es paralelo a los experimentos colectivos de Latour?
A-Si, y en ese caso se podría pensar que no hay espacio público (ni el de Dewey ni el tradicional) por que hay experimentadores dispersos en un medio fluido (Lewcowicz lo identifica con el capital financiero global), serian experimentos sin conexión entre si, muchos experimentos estaban durante la crisis desconectados como los piqueteros y los clubes del trueque, las asambleas, hay solo encuentros circunstanciales…
…Ante los grandes experimentos globales estos experimentadores u organizaciones pueden generar velocidad publica, y cuando esa velocidad coordina muchos experimentadores se transforma en experimento colectivo, como en el caso de los clubes del trueque en argentina que llegaron a conectar económicamente a mas de 6 millones de personas: el espacio publico del que habla Dewey, que es básicamente un momento de riesgo y audacia distribuidas
B-Pero si el estado no es la condición desde la que podemos pensar, quien distribuye el riesgo?
A-La ecología de la dispersión se refiere a los experimentos desconectados. Indica que no hay, al menos como condición del pensamiento, una coordinación de todos los experimentadores en tanto estos están procurando producción de realidad según sus circunstancias y el flujo que los atraviesa es la contingencia del capital. (Según Lewkowikcz.)
C-Beck dice que los gobiernos ahora distribuyen riesgo como antes distribuían riqueza. Por que por ahora los gobiernos no han desaparecido mas allá de que ya no constituyan nuestra única lógica de pensamiento…
B-El estado, y el capital, tienen el poder de distribuir el riesgo y decidir la escala del experimento, tipo la decisión de trabajar con energía nuclear o de forzar políticas inmigratorias, pero un experimento como el del club del trueque también alcanzo modestas pero reales dimensiones estatales, el club del trueque produjo mucha coordinación de tiempos diversos y una velocidad publica máxima, producciones de realidad conectadas, provisorias, procesuales.
B-Pero no se si los del club del trueque lo veían como un experimento. Creo que querían ampliarlo y que se convirtiera en una especie de modo de vida. Venus fue un experimento mucho mas autoconciente, pero no se si es una palabra adecuada. Muy centrado en el modo de producir realidad pero sin controlar un orden en sus protocolos…
A-El club del trueque claramente también, pero los tipos tienen esa idea vieja de ecología, una cosa única, si hay una solución sustentable seria orgánica y de alguna manera universal…una buena economía, conectada con “una” naturaleza y por eso con chances de ser estable, creo que cuando cayo el sistema fue duro para ellos… pero si hay varias “realidades” eso indica que cualquier experimento tendría sus limites al toparse con una realidad diversa, cambio de circunstancias…
C-Aparte no creo que la voluntad de los iniciadores de un experimento haga mucha diferencia o tenga especial influencia una ves que este empieza a coordinas muchas formas de producción de realidad diferentes…